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lunes, 8 de noviembre de 2010

Gran Premio de Brasil


Desde que Felipe Massa se dejara adelantar en el G.P. de Alemania cediéndole el liderato a su compañero de box, las ordenes de equipo han pasado a ser el tema de moda en este tramo final de la temporada. Y ayer lo volvieron a ser, pero esta vez la noticia fue que no las hubo.


Como ya aventuró el jefe de equipo de Red Bull Racing, Christian Horner, el equipo austriaco dejó a sus pilotos que lucharan libremente en pista y sumaron un nuevo doblete, con Vettel a la cabeza, que les coronó como campeones de constructores. Un resultado que mantiene a sus dos pilotos con opciones de ser campeón pero le complica el título a Mark Webber, con la necesidad de recortar ocho puntos en la última cita.


El fin de semana fue un monólogo de Red Bull, a excepción de una Q3 con neumáticos slicks y la pista secándose, que tenía como claros favoritos a los grandes dominadores de las sesiones clasificatorias de la temporada y que en esta ocasión tuvo un invitado sorpresa. Nico Hulkenberg recordó a aquel piloto ganador de la GP2 y se llevó la pole con una diferencia de más de un segundo. Una variable más en el final de mundial más apretado de los últimos años.


En el primer paso por meta Vettel y Webber ya se habían desecho fácilmente del piloto alemán, seguido de Lewis Hamilton que tenía muchos problemas con el compuesto blando y esa ausencia de grip le hizo perder la posición con Fernando Alonso en la frenada de la curva número cuatro. Durante seis vueltas asistimos a un acoso total del asturiano al piloto de Williams, mientras los Red Bull ponían tierra de por medio. Otra vez en la curva cuatro amagó con un exterior, se tiró al interior y la tracción hizo el resto. Pista libre y una diferencia de más de diez segundos con la cabeza en el monitor de tiempos.


Pasaban las vueltas y comenzó el desfile de pilotos por el pit lane. El interrogante de cuándo era el momento idóneo para el compuesto duro estaba en el aire, y todo el mundo estuvo expectante al rendimiento de los coches que ya habían parado. Sorprendió que los dos pilotos de Red Bull tardaran tanto en realizar su parada, viendo que su ritmo de carrera era decreciente y en ocasiones Alonso rodaba más rápido. En la vuelta veinticuatro el piloto de Ferrari enfiló el carril de entrada seguido de Vettel y Webber en las dos vueltas posteriores, en lo que pareció un intento de marcaje más que otra cosa.


Con los tres de cabeza inmersos en un mar de doblados, típico de un circuito tan corto, quedaba por saber si el muro de Red Bull se mantendría fiel a sus palabras. La ventaja con Alonso era lo suficiente como para no tener que preocuparse de él, y cuando Webber parecía que podía inquietar a Vettel con una diferencia inferior a los dos segundos, llegó el accidente de Vitantonio Liuzzi a falta de veintiuna vueltas. Extra de tensión con la aparición del safety car y más movimiento en el pit lane con pilotos que pusieron un tercer juego de neumáticos buscando ganar posiciones en el tramo final, como fue el caso del equipo Mclaren.


Se relanzó la carrera con el estorbo de los doblados, que le impidieron a Alonso tener la más mínima oportunidad de atacar a Webber. Las distancias se volvieron a abrir pero el acelerón final de Alonso con una serie de vueltas realmente rápidas hizo que cualquier intención de cuidar la mecánica por parte de los pilotos de Red Bull se esfumara.


Nueva victoria de Sebastian Vettel, cuarta de la temporada, y que le vuelve a meter en la pelea por el título. El campeón saldrá de Abu Dhabi, un circuito en el que Red Bull dominó el año pasado con doblete incluido. Es bastante factible que lo vuelvan a repetir y en este caso las ordenes de equipo sí que resultarían definitivas.


Esto y la amenaza del equipo Mclaren, que ya rindieron a un gran nivel el año pasado y podrían convertirse en los jueces del mundial, son los obstáculos que tendrá que salvar Fernando Alonso si quiere igualar en títulos a su ídolo Ayrton Senna.

lunes, 25 de octubre de 2010

Gran Premio de Corea


“Aquí nadie va a ganar el mundial, pero alguno sí lo puede perder”. Esas fueron las palabras de Fernando Alonso al llegar a Corea. Y al finalizar el gran premio a más de uno todavía le retumbarían en su cabeza. Pero volvamos al inicio del fin de semana. Pista nueva, y digo pista porque era casi lo único con lo que se encontraron los pilotos al llegar allí.
El afán de Bernie Ecclestone por ampliar las fronteras de este deporte hace que nos encontremos con situaciones como estas. Un circuito a medio acabar y que dista mucho de lo que se pudo ver en la presentación. Esto perjudica gravemente la imagen de este deporte y es que la incertidumbre de que se pudiese correr fue tal, que se dio luz verde a la disputa del gran premio la semana anterior de su celebración. Aunque ya sabemos que todo esto se olvida rápidamente cuando hay un generoso cheque de por medio.
Las dos sesiones libres del viernes se resumen en polvo, baches y grip inexistente. Durante la noche los operarios tuvieron trabajo extra y es que ante las quejas de los pilotos se tomó la decisión de retocar algún punto del circuito, especialmente el tremendo bache en la curva dieciséis.
Con los coches en pista, quedó claro que la brecha entre Red Bull y el resto de equipos era muy pequeña. Si en Suzuka los coches de la bebida energética eran inalcanzables en el primer sector, aquí sufrían mucho. La interminable recta se convertía en un suplicio y el nuevo y más eficiente F-Ductdel equipo Mclaren les situaba en clara desventaja.
Pero gracias a un tercer sector de alta velocidad con curvas enlazadas, los dos pilotos de Red Bull podían aún optar a conseguir la pole y así fue. Primera línea con Sebastian Vettel al frente y Fernando Alonso amenazando desde la tercera posición con la ventaja que le proporcionaba salir desde la zona limpia. La clave de la carrera iba a estar en los neumáticos. Un circuito con tan poco grip produce serios problemas de graining, debido al movimiento de la capa externa de goma sobre la carcasa. Así que el equipo que fuese más conservador con los neumáticos tendría mucho ganado. 
Cuando lo pilotos se levantaron el domingo, se encontraron con un asfaltado empapado y sin ninguna referencia de cómo se podían comportar los coches en mojado. Vuelta a empezar. Todos los datos recopilados hasta ese momento servían de poco ya. A todo esto había que añadir lo que supone pilotar sobre una pista con el asfalto recien puesto y poco asentado. La mezcla de agua y aceite proveniente del alquitrán iba a suponer todo un reto para los pilotos. Y por si fuera poco, una escapatorias con más barro que hierba esperaban a todo aquel que decidiese tomar más riesgos de la cuenta.
Con retraso y la carrera neutralizada, se dio la salida y ante las quejas de los pilotos por la nula visibilidad, se sacó bandera roja tras cuatro vueltas detrás del safety car. Mecánicos a pista y el interrogante en el aire de si se daría la re-salida. Pasaban los minutos y la pista mejoraba muy poco debido al pésimo drenaje. Al final se reanudó la carrera y hasta la vuelta diecisiete no se apartó el safety car. Dos giros después, el lider del mundial acabó contra el muro. Subviraje y un mundial que se le complica bastante.
Otra vez el coche de seguridad a pista mientras retiraban los coches de Webber y Rosberg, que no pudo evitar la colisión. Y no sería el último, ya que en la vuelta treinta y dos tuvo que salir de nuevo. Fue en este momento cuando los pilotos aprovecharon para poner el neumático intermedio y le pudo costar caro a Fernando Alonso. Problemas con una tuerca que le hicieron perder la segunda posición en favor de Lewis Hamilton, aunque la recuperaría poco después gracias a una salida de pista del piloto inglés.
La pista se secaba y en estas condiciones los neumáticos intermedios se desgastan muy rápidamente, llegando a convertirse en un slick. Lo mejor que puedes hacer es parar a cambiarlos, pero lógicamente nadie iba hacerlo con unas diferencias mínimas en el monitor de tiempos. Cuando todo apuntaba a una nueva victoria de Sebastian Vettel, su motor Renault pasó a mejor vida y dejó el liderato en manos de Alonso que cruzó la meta consciente del gran paso adelante que había dado.  En el podio, y acompañado de Hamilton y Massa, el piloto número uno de Ferrari estaba exultante. 
Nos vamos de Corea dejando un circuito con un trazado muy del gusto de los pilotos, técnico y exigente, al que todavía le queda mucho trabajo para estar a la altura de lo que se espera de un circuito de primer nivel. Próxima cita del calendario, Brasil. Y primer matchball de la temporada.
¡Avanti Fer, avanti!

@maikel_nait

lunes, 11 de octubre de 2010

Gran Premio de Japón.


Intratables. Así se define la actuación de los pilotos de Red Bull, que dominaron todo el fin de semana y en carrera pusieron tierra de por medio dejando a sus máximos rivales a un mundo de distancia…no, no me he vuelto loco. Así tenía pensado comenzar esta crónica viendo como se presentaba el fin de semana. Si hay un circuito que se adapte a la perfección a las características del RB6, ese es Suzuka. Quien diseñó ese primer sector con enlazadas de media-alta velocidad, seguro que tenía en mente un coche con el potencial del Reb Bull. 
Si el diseño de Adrian Newey destaca sobremanera en algún aspecto, es en curvas que exigen un gran apoyo lateral. Y así se pudo comprobar el viernes, con un domino absoluto y un primer sector inalcanzable para los demás.
Durante la sesión clasificatoria continuó la tónica, y Red Bull copó una primera fila seguidos de Lewis Hamilton y Robert Kubica. Fernando Alonso y Jenson Button completaron la tercera fila. Impresionante la actuación de Kubica y decepcionante la de Felipe Massa, que no consiguió entrar en la Q3. La mejor manera de evaluar a un piloto es mirar hacia su compañero de box, y en estos dos casos ni siquiera da lugar a la comparación. El rendimiento de Kubica con el Renault está siendo excepcional, y de Alonso sobran ya los comentarios. La parrilla se vería finalmente alterada por la penalización a Hamilton, que le hizo perder cinco puestos a consecuencia del cambio en su caja de cambios.
Como anécdota decir que a causa del diluvio que tuvo lugar el sábado, la qualifying se tuvo que disputar el domingo, horas antes de la carrera. Ya es la segunda vez que ocurre esto en el circuito japonés.
Arrancó Vettel desde la pole y por lo retrovisores pudo ver como su compañero de equipo se quedó rezagado y perdió la posición con Kubica que tuvo un salida fulgurante. Espléndida también la salida de Jenson Button, aunque Alonso arriesgando en la primera curva consiguió mantener la cuarta plaza.
Con el doble accidente en la salida que tuvo como implicados a Felipe Massa, Nico Hulkenberg, Vitantonio Liuzzi y Vitaly Petrov, se neutralizó la carrera. Durante la misma tuvo lugar el abandono de Kubica debido a la perdida de una rueda trasera. Curioso incidente y una lástima, ya que el polaco tenía serias opciones de acabar en el podio.
En la vuelta siete se relanzó la carrera y como todos esperábamos, los Red Bull comenzaron a marcar las distancias, aunque bien es cierto que no de la manera que se podía intuir. A medida que el compuesto blando se iba degradando, las diferencias se estabilizaban e incluso en algunos momentos el ritmo de Alonso era superior al de Webber. Con los pilotos esperando el momento oportuno para realizar la parada y así evitar el molesto tráfico, entró Hamilton y se reincorporó justo por detrás de Kobayashi. En la siguiente vuelta fueron Vettel y Alonso los que pasaron por el pit lane y una vuelta más tarde Mark Webber. 
Mientras tanto Jenson Button seguía en pista, con una estrategia distinta al resto de favoritos. El piloto inglés optó por clasificar con el compuesto duro, lo que seguramente le costó algún puesto en la parrilla de salida, pero le permitiría alargar mucho más su parada.
Y es en este momento cuando la carrera nos dejó atónitos. Con el prime tyre, la perdida de velocidad de los pilotos de Red Bull fue más que evidente, y es que daba la impresión de que les costaba mucho llevar los neumáticos a la temperatura óptima de funcionamiento. Ya ni siquiera el primer sector era territorio Red Bull. Las distancias se redujeron y los cinco primeros rodaban en doce segundos. En la lucha por la sexta posición se situaban los dos pilotos de Mercedes, que nos dejaron una bonita pelea. Por fin pudimos volver a ver rodar a Michael Schumacher con un gran ritmo y favorecido por el accidente de su compañero, terminó en una meritoria sexta plaza. Hoy en día  es a lo máximo que puede aspirar.
Button apuró su entrada hasta la vuelta treinta y ocho, volviendo a la pista por detrás de Hamilton. Y las distancias seguían estrechándose. Alonso no se despegaba de los Red Bull y Hamilton, que con el neumático duro parecía encontrarse muy cómodo, recortaba décima a décima al asturiano. 
Cuando Alonso comenzaba a ver una mancha plateada en sus retrovisores, la realización de carrera pincho la team-radio de Mclaren y se escuchó a Hamilton reportar problemas con su caja de cambios, en concreto con la tercera marcha. En el primer sector, con curvas de cuarta-quinta-sexta marcha podía mantener el tipo, pero el segundo y tercer sector le provocaban una sangría que le llevaron a perder mas de dos segundos por vuelta en relación a sus rivales. Al final tuvo que ceder su cuarta plaza a Button, decisión inteligente ya que intentar protegerse de los ataques de su compañero sólo podía complicar mas aún las cosas.
Las posiciones se mantuvieron hasta el final y Sebastian Vettel cruzó la meta dejando a Mark Webber a nueve décimas y a Fernando Alonso a poco más de dos segundos. Jenson Button entró a mas de diez segundos del alemán, perjudicado por su particular estrategia de carrera, y Lewis Hamilton consiguió mantener la quinta posición a pesar de sus problemas mecánicos.
Si antes de darse la salida, alguien dice que Ferrari y Mclaren iban a estar tan cerca de los Red Bull, seguramente hubiese terminado con una camisa de fuerza en el manicomio más cercano. Pero así es la Fórmula Uno y el más mínimo detalle tiene una incidencia vital en la pista. ¿Será esta la tendencia que nos deparan los próximos grandes premios? 
El mundial sigue más apretado que nunca con Alonso y Vettel empatados a puntos por detrás de Webber. Con setenta y cinco puntos por disputarse aún, nada está decidido y la diferencia de catorce puntos que tiene el australiano no le dejará dormir muy tranquilo. Quien si parece que pierde fuelle es Mclaren, con su dos pilotos a más de un gran premio de distancia. Destacable la mala racha de Lewis Hamilton, que en cinco carreras sólo ha sumado treinta y cinco puntos. Y es que debe pesar mucho que te veas penalizado por cambiar la caja de cambios, y luego en carrerra vuelvas a tener problemas con ella. Aunque a sabiendas del nivel de este piloto, yo no le descartaría en la lucha por el título.
No quiero terminar sin destacar la gran actuación de Kamui Kobayashi. El piloto local se marcó un carrerón, dejando adelantamientos en la horquilla de Hairpin que los podría firmar el mismísimo Gilles Villeneuve. Hay que recordar que es el primer piloto japonés que ocupa un asiento en F1 sin tener que pasar por caja. Y eso dice mucho.

@maikel_nait

martes, 28 de septiembre de 2010

Gran Premio de Singapur.


Doscientas noventa y tres milésimas. Ese suspiro es lo que separó a Sebastian Vettel de la victoria. Victoria que consiguió Fernando Alonso en la carrera más apretada de lo que va de año, después de sufrir el marcaje del piloto alemán durante las sesenta y una vueltas que duró el gran premio. Las últimas vueltas fueron un recital de como pilotar al límite por un circuito urbano. En este tipo de circuitos, si el que tienes delante se llama Fernando Alonso, ya te puedes olvidar del trofeo de ganador.
Peter Windsor lo definía en sus inicios como un piloto “reactivo”, debido a su agresiva entrada inicial en curva que una vez pasado el ápice le obligaba a realizar movimientos más propios de un funambulista para mantener el coche por la línea. 
Lejos quedan aquellos años en los que el binomio Alonso-Michelin marcó una época. Con el paso a Bridgestone, Alonso se vio obligado a cambiar su estilo enfocado a dulcificar una entrada que a su vez le ayuda en la gestión del acelerador a mitad de curva. Esto, unido a un talento innato en la optimización de la trazada, hacen que en un circuito en el que la tracción a la salida sea vital a la hora de concederte una oportunidad de adelantar, tenga todas las de ganar. No hay duda de que Alonso cada vez se encuentra más cerca de ser un “manipulador perfecto” al nivel de Michael Schumacher y Kimi Räikkönen.
Y ganó otra vez más saliendo desde la pole, por segunda carrera consecutiva. El sábado, cuando todo el mundo esperaba que los coches de la bebida energética no diesen opción alguna en la Q3, emergió la figura del asturiano marcándose un vueltón en el inicio de la ronda que Vettel no pudo superar por un ligero toque con el muro cuando venía en parciales morados.
Ya se comenzó a intuir el sábado que la carrera podía ser cosa de dos. A pesar de la discreta salida de Alonso, consiguió mantener la posición con un movimiento de volante que obligó a Vettel a levantar si no quería terminar ahí.

En la tercera vuelta fue necesaria la aparición del safety car debido al incidente de Liuzzi, lo que benefició a Felipe Massa, que ya había parado a poner el neumático duro imitando la estrategia de Alonso en el gran premio de Mónaco y que tan buen resultado le dio. En este caso el resultado final no fue el mismo. Mark Webber con una estrategia muy arriesgada, aprovechó para realizar su pit stop durante la neutralización.

Una vez se relanzó la carrera, el ritmo de los dos de cabeza estuvo a años luz de los demás, que sólo podían contemplar como los segundos de diferencia aumentaban vuelta a vuelta. El paso por el pit lane iba a decidir dos cosas, por un lado el ganador y por otro quien iba a ocupar el escalón más bajo del podio. El primero de los pilotos de cabeza en entrar fue Lewis Hamilton, que mantenía una guerra en la distancia con Mark Webber. Si Hamilton quería mantener la tercera posición, necesitaba abrir el hueco suficiente para volver a la pista por delante del australiano. Incomprensiblemente, el equipo le mantuvo en pista demasiado tiempo con unos neumáticos en las últimas y Webber recortó lo necesario para quitarle la tercera plaza.
El duelo Alonso-Vettel lo ganó el piloto de Ferrari. Entraron a la par, y como ya sucedió en Monza, los mecánicos de Alonso hicieron un trabajo perfecto con el que pudo conservar el liderato, ayudado también por el error de Vettel al arrancar en segunda marcha cuando le dieron la salida.

Continuó el ritmo frenético de estos dos pilotos, interrumpido por un nuevo safety car que reagrupó el pelotón y permitió a Hamilton tener la oportunidad de atacar a Webber. Oportunidad que terminó con un nuevo abandono del inglés. Y ya van tres en cuatro carreras. Si el de hace dos semanas se podía considerar un error grave, en este caso no se puede decir lo mismo. Con un mundial tan apretado, si tienes la opción de adelantar a un rival por el título, debes aprovecharlo. Y Hamilton lo hizo, hasta que una rueda delantera de Webber impactó en el Mclaren, dejándolo fuera de carrera y que le pudo costar muy caro al piloto australiano, como se pudo comprobar al final de la carrera viendo el estado de su rueda. No fue así y pudo acabar en el podio. ¿La suerte del campeón?.

@maikel_nait

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Gran Premio de Italia


Se suele decir que de los viernes de Gran Premio no se pueden sacar muchas conclusiones y quizás, por eso les restamos importancia. Pero en Monza el viernes fue decisivo. Decisivo porque los pilotos tuvieron que decidir entre montar el típico alerón de mínima carga o por lo contrario, optar por algo más de carga combinado con el f-duct. Había dudas de si el uso del f-duct en alerones con tan poca incidencia reportaría alguna ventaja, o terminaría comprometiendo el equilibrio del coche con escaso beneficio.
De los favoritos al título, todos se decantaron por llevar el f-duct salvo Lewis Hamilton, que se decidió por un alerón minimalista, que recordaba al usado por el equipo ingles con la anterior normativa.
En esas llegó el sábado, y Hamilton se empezó a dar cuenta de que iba a ser un fin de semana complicado para él. Con un apoyo tan bajo en el tren trasero, volaba en las rectas pero se complicaba mucho la estabilidad en frenada y perdía valiosas décimas en las dos curvas Di Lesmo. Su compañero de equipo, con un alerón trasero más típico de circuitos de media carga y el f-duct, se encontraba mucho más cómodo a pesar de estar a la cola del speed trap con unos irrisorios 329 km/h.
Comenzó la Q3 sin Michael Schumacher, algo que se está convirtiendo en costumbre. Seguro que le vino a la mente aquellos momentos en los que vestía de rojo y reventaba las tribunas repletas de tifossi a su paso. Sin duda que era otra época. En los minutos iniciales Fernando Alonso se sacó una vuelta magistral que le valdría para conseguir la pole, ya que nadie fue capaz de superarle. Jenson Button en su ultimo intento se quedó a algo más de una décima, mientras que la segunda línea la completaron Felipe Massa y Mark Webber. Segunda vez en lo que va de mundial que los Red Bull no consiguen la pole, y es que da la sensación que este trazado de rectas y chicanes se les atraganta demasiado como ya sucedió el año pasado. En los próximos GP’s veremos si los nuevos test de flexibilidad también tuvieron algo de culpa.
El domingo Alonso se levantó con un único pensamiento, no podía fallar en la carrera de casa. Y sobre todo no podía fallar en la salida, lo único que le podía alejar de la victoria. Se apagaron las luces y el coche número ocho no encontró el agarre deseado para evitar que el Mclaren le robara el liderato a la llegada de la primera variante. Incluso estuvo a punto de perder otra posición con Felipe Massa, muy agresivo en la salida hasta el punto de llegar a tocarse con su compañero.
Por detrás, Hamilton que partía quinto se deshizo de Mark Webber y animado por su gran velocidad punta, intentó el adelantamiento en la frenada de la segunda chicane. Cuando pisó el pedal de freno y se encontró un coche cargado de combustible y con una potencia de frenado bastante comprometida por su setup, debió de acordarse nuevamente de que había tomado la decisión incorrecta. 
Con el monoplaza aparcado en la grava y la dirección rota debido al impacto con el Ferrari de Massa, puso pie a tierra sabiendo que había dejado escapar una posible victoria teniendo un coche que en las largas rectas del circuito italiano no tenía rival. 
Hasta la vuelta treinta y cinco, y con todo el mundo preguntándose cuándo iban a parar, no llegó el paso por boxes de Button. Alonso con una vertiginosa parada una vuelta más tarde, la más rápida de su vida como reconocería después, consiguió llegar emparejado con el piloto inglés a la apurada de frenada y recuperó así el liderato que había perdido en la primera vuelta. Button, que por radio no se  creía lo ocurrido, no podía hacer nada para seguir el ritmo de vuelta rápida que impuso Alonso y se tuvo que conformar con defender el segundo puesto de un Felipe Massa que se mantenía a la expectativa. 
Es curioso que el compuesto más blando que llevó Bridgestone a este Gran Premio permitiese a los pilotos cubrir casi la distancia completa de la carrera, hasta el extremo de que Vettel realizó su única parada a falta de una vuelta para el final, lo que le valió para mantener la cuarta plaza. Si queremos carreras emocionantes y con finales apretados, no se puede permitir que un neumático dure toda una carrera y más siendo el blando. Pirelli, toma nota.
Con los dos hombres de Ferrari en el podio y una pista teñida de rojo, la Scuderia cerró un fin de semana perfecto. Quedando cinco carreras por disputar y con los cinco primeros de la clasificación en  tan sólo veinticuatro puntos, nadie se atrevería a decir quien saldrá de Abu Dhabi como campeón.


@maikel_nait

lunes, 30 de agosto de 2010

Gran Premio de Bélgica



“Legendario circuito, increíbles curvas de alta velocidad y siempre sorpresas con el tiempo”. Así definían los pilotos de Red Bull el circuito de Spa-Francorchamps en su video promocional. Y desde luego que no se equivocaron. 
Después de un viernes pasado por agua, en el cual Fernando Alonso se mostró muy competitivo con su F10B, llegó el turno de la qualifying en la que los pilotos tuvieron que rodar en condiciones de mojado y seco, con las dificultades que eso conlleva. Con todos los favoritos metidos en la Q3, Alonso se desmarcó del resto optando por una configuración de alerón trasero totalmente distinta a la de su compañero de equipo, con bastante más ala lo que le penalizaba en el S1 y S3, donde prima la velocidad punta, pero le podía dar cierta ventaja en el S2, sobre todo pensando en una carrera con bastante agua.
El resultado fue una Q3 con el asfalto secandose y Alonso en la décima posición. Lewis Hamilton se sacó una extraordinaria vuelta en los instantes finales que le dejó a menos de una décima del poleman, Mark Webber. En segunda fila, Robert Kubica y Sebastian Vettel.
Con la incógnita de cuando comenzaría a llover, se dio la salida en la que Webber tuvo problemas con el embrague y fue fácilmente superado por varios pilotos. Hamilton se colocó en cabeza seguido de Button, Kubica y Vettel. Antes de terminar la primera vuelta, hizo aparición la lluvia complicando mucho la frenada en la chicane de entrada a meta. Tanto que Barrichello impactó fuertemente con el Ferrari de Alonso, él cual milagrosamente pudo continuar en carrera.
Este incidente provoco la salida del Safety Car, lo que dio una clara ventaja a los pilotos que habían continuado en pista con neumáticos de seco, entre ellos los favoritos al título, menos Alonso que optó por hacer una parada y salir con intermedios. Poco despúes se vio a obligado a volver a los slicks ya que la lluvia cesó casi de inmediato.
Tras una vueltas bajo SC, éste se retiró y dejó a Lewis Hamiton liderando la carrera y marcando una serie de vueltas rápidas que le dieron cierta ventaja sobre un Jenson Button que rodaba a un segundo por vuelta de su compañero y con Vettel pegado a su alerón trasero.
Estaba claro que el ritmo del Red Bull era claramente superior al de Button, con lo que el acoso fue inminente. Y en la vuelta 16 llegó el incidente que nadie esperaba y que puede hacer que el mundial sea cosa de sólo dos pilotos. El alemán perdió el control de su coche en la frenada de la última chicane, por culpa del bloqueo de las ruedas traseras, y se fue directo hacia el McLaren. Resultado: Jenson Button fuera de carrera y Sebastian Vettel con un morro destrozado que le hacía perder mucha posiciones.
Cuando un piloto aspira a ser campeón del mundo, no puede tener errores de novato y menos en una temporada tan apretada como esta. Y ya van…
Con todo esto, las vueltas pasaban y Hamilton seguía en cabeza con un ritmo implacable. Destacable la estrategia de los dos Mercedes, que optaron por retrasar el cambio obligatorio de neumáticos, esperando la aparición de la lluvia que les mantendría en posiciones de cabeza. Mientras tanto, Alonso rodaba en la cola  con un ritmo similar al de la cabeza, lo que le valió para subir en la clasificación y tener opciones de puntuar. Esto dice mucho del asturiano, teniendo en cuenta elsetup que llevaba y que todavía no contaba con la actualización de suspensiones y caja de cambios que hará trabajar el blown diffuser del Ferrari de una manera más eficiente. Mejoras con la que sí contaba Felipe Massa.
Y en la vuelta 34, llegó la lluvia. Un asfalto cada vez más húmedo unido a unos neumáticos slicks perdiendo temperatura rápidamente, provocó que los pilotos tuvieran bastantes problemas para llegar a la entrada del pit-lane. Tanto fue así que incluso Hamilton estuvo a punto de chocar con las protecciones de neumáticos tras salirse de pista. Con los pilotos montando ya intermedios, opción más recomendable para la situación de la pista, volvió la calma únicamente interrumpida por una nueva salida del SC como consecuencia del accidente de Alonso.
En novena posición y saliendo de Les Combes apuró demasiado los límites del piano, perdiendo la zaga con lo que acabo directamente contra el muro. Al igual que Vettel, son errores que no puede permitirse un piloto campeón del mundo y que aspira a sumar su tercer título este año. 
Y así terminó la carrera con un Hamilton soberbio, Webber y Kubica en el podio. Pedro de la Rosa undécimo y Jaime Alguersuari decimotercero tras recibir una sanción post-carrera que le privó de terminar en los puntos. Parece que McLaren, durante el parón veraniego, ha encontrado la solución a la hora de integrar su nueva configuración de escapes bajos que introdujo en Silverstone. Ferrari sigue decepcionando y el título cada vez se antoja más complicado. Lewis Hamilton se va de Spa como lider del mundial seguido de Mark Webber a solo tres puntos de diferencia. Fernando Alonso se encuentra en quinta posición a más de cuarenta puntos del inglés. En el mundial de constructores, Red Bull Racing y McLaren-Mercedes lideran la tabla separados por un punto.
Próxima parada Monza, el templo de la velocidad.
@maikel_nait.