lunes, 11 de octubre de 2010

Gran Premio de Japón.


Intratables. Así se define la actuación de los pilotos de Red Bull, que dominaron todo el fin de semana y en carrera pusieron tierra de por medio dejando a sus máximos rivales a un mundo de distancia…no, no me he vuelto loco. Así tenía pensado comenzar esta crónica viendo como se presentaba el fin de semana. Si hay un circuito que se adapte a la perfección a las características del RB6, ese es Suzuka. Quien diseñó ese primer sector con enlazadas de media-alta velocidad, seguro que tenía en mente un coche con el potencial del Reb Bull. 
Si el diseño de Adrian Newey destaca sobremanera en algún aspecto, es en curvas que exigen un gran apoyo lateral. Y así se pudo comprobar el viernes, con un domino absoluto y un primer sector inalcanzable para los demás.
Durante la sesión clasificatoria continuó la tónica, y Red Bull copó una primera fila seguidos de Lewis Hamilton y Robert Kubica. Fernando Alonso y Jenson Button completaron la tercera fila. Impresionante la actuación de Kubica y decepcionante la de Felipe Massa, que no consiguió entrar en la Q3. La mejor manera de evaluar a un piloto es mirar hacia su compañero de box, y en estos dos casos ni siquiera da lugar a la comparación. El rendimiento de Kubica con el Renault está siendo excepcional, y de Alonso sobran ya los comentarios. La parrilla se vería finalmente alterada por la penalización a Hamilton, que le hizo perder cinco puestos a consecuencia del cambio en su caja de cambios.
Como anécdota decir que a causa del diluvio que tuvo lugar el sábado, la qualifying se tuvo que disputar el domingo, horas antes de la carrera. Ya es la segunda vez que ocurre esto en el circuito japonés.
Arrancó Vettel desde la pole y por lo retrovisores pudo ver como su compañero de equipo se quedó rezagado y perdió la posición con Kubica que tuvo un salida fulgurante. Espléndida también la salida de Jenson Button, aunque Alonso arriesgando en la primera curva consiguió mantener la cuarta plaza.
Con el doble accidente en la salida que tuvo como implicados a Felipe Massa, Nico Hulkenberg, Vitantonio Liuzzi y Vitaly Petrov, se neutralizó la carrera. Durante la misma tuvo lugar el abandono de Kubica debido a la perdida de una rueda trasera. Curioso incidente y una lástima, ya que el polaco tenía serias opciones de acabar en el podio.
En la vuelta siete se relanzó la carrera y como todos esperábamos, los Red Bull comenzaron a marcar las distancias, aunque bien es cierto que no de la manera que se podía intuir. A medida que el compuesto blando se iba degradando, las diferencias se estabilizaban e incluso en algunos momentos el ritmo de Alonso era superior al de Webber. Con los pilotos esperando el momento oportuno para realizar la parada y así evitar el molesto tráfico, entró Hamilton y se reincorporó justo por detrás de Kobayashi. En la siguiente vuelta fueron Vettel y Alonso los que pasaron por el pit lane y una vuelta más tarde Mark Webber. 
Mientras tanto Jenson Button seguía en pista, con una estrategia distinta al resto de favoritos. El piloto inglés optó por clasificar con el compuesto duro, lo que seguramente le costó algún puesto en la parrilla de salida, pero le permitiría alargar mucho más su parada.
Y es en este momento cuando la carrera nos dejó atónitos. Con el prime tyre, la perdida de velocidad de los pilotos de Red Bull fue más que evidente, y es que daba la impresión de que les costaba mucho llevar los neumáticos a la temperatura óptima de funcionamiento. Ya ni siquiera el primer sector era territorio Red Bull. Las distancias se redujeron y los cinco primeros rodaban en doce segundos. En la lucha por la sexta posición se situaban los dos pilotos de Mercedes, que nos dejaron una bonita pelea. Por fin pudimos volver a ver rodar a Michael Schumacher con un gran ritmo y favorecido por el accidente de su compañero, terminó en una meritoria sexta plaza. Hoy en día  es a lo máximo que puede aspirar.
Button apuró su entrada hasta la vuelta treinta y ocho, volviendo a la pista por detrás de Hamilton. Y las distancias seguían estrechándose. Alonso no se despegaba de los Red Bull y Hamilton, que con el neumático duro parecía encontrarse muy cómodo, recortaba décima a décima al asturiano. 
Cuando Alonso comenzaba a ver una mancha plateada en sus retrovisores, la realización de carrera pincho la team-radio de Mclaren y se escuchó a Hamilton reportar problemas con su caja de cambios, en concreto con la tercera marcha. En el primer sector, con curvas de cuarta-quinta-sexta marcha podía mantener el tipo, pero el segundo y tercer sector le provocaban una sangría que le llevaron a perder mas de dos segundos por vuelta en relación a sus rivales. Al final tuvo que ceder su cuarta plaza a Button, decisión inteligente ya que intentar protegerse de los ataques de su compañero sólo podía complicar mas aún las cosas.
Las posiciones se mantuvieron hasta el final y Sebastian Vettel cruzó la meta dejando a Mark Webber a nueve décimas y a Fernando Alonso a poco más de dos segundos. Jenson Button entró a mas de diez segundos del alemán, perjudicado por su particular estrategia de carrera, y Lewis Hamilton consiguió mantener la quinta posición a pesar de sus problemas mecánicos.
Si antes de darse la salida, alguien dice que Ferrari y Mclaren iban a estar tan cerca de los Red Bull, seguramente hubiese terminado con una camisa de fuerza en el manicomio más cercano. Pero así es la Fórmula Uno y el más mínimo detalle tiene una incidencia vital en la pista. ¿Será esta la tendencia que nos deparan los próximos grandes premios? 
El mundial sigue más apretado que nunca con Alonso y Vettel empatados a puntos por detrás de Webber. Con setenta y cinco puntos por disputarse aún, nada está decidido y la diferencia de catorce puntos que tiene el australiano no le dejará dormir muy tranquilo. Quien si parece que pierde fuelle es Mclaren, con su dos pilotos a más de un gran premio de distancia. Destacable la mala racha de Lewis Hamilton, que en cinco carreras sólo ha sumado treinta y cinco puntos. Y es que debe pesar mucho que te veas penalizado por cambiar la caja de cambios, y luego en carrerra vuelvas a tener problemas con ella. Aunque a sabiendas del nivel de este piloto, yo no le descartaría en la lucha por el título.
No quiero terminar sin destacar la gran actuación de Kamui Kobayashi. El piloto local se marcó un carrerón, dejando adelantamientos en la horquilla de Hairpin que los podría firmar el mismísimo Gilles Villeneuve. Hay que recordar que es el primer piloto japonés que ocupa un asiento en F1 sin tener que pasar por caja. Y eso dice mucho.

@maikel_nait

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